
San Isidro
Orígenes del Chotis
El chotis es una música y baile con origen en Centroeuropa, concretamente en Bohemia. Su nombre deriva del término alemán Schottisch («escocés»), una danza social centroeuropea con este origen, que se puso de moda en la Corte de Viena durante el siglo XIX y de allí se difundió por toda Europa y se extendió a América. Diversas variantes del schottisch perviven en la tradición argentina (schotis), austríaca, brasileña (xote), escandinava (schottis), española, finlandesa (sottiisi), francesa (scottish), italiana (chotis), inglesa (scottische), mexicana (chotís), paraguaya (choti), portuguesa (choutiça o chotiça), suiza y uruguaya (chotís o xote).

El chotis es un baile agarrado y lento que suele ejecutarse dando tres pasos a la izquierda, tres a la derecha y vueltas. En el momento en el que cambia la música, la pareja debe cambiar la La clave de todo el proceso está en los pies.
El organillo
El organillo es un instrumento musical portátil inventado a principios del siglo XIX en Inglaterra. Para producir música solo hace falta girar una manivela que hace mover sobre su eje a un rodillo o cilindro que contiene unas púas de diferentes formas y tamaños que mueven a su vez a unos martillos que repercuten en las cuerdas de piano que se sitúan en el interior de un cajón haciéndolas sonar. Hay martillos forrados de fieltro para las notas mas graves y tonos medios y metálicos para las mas agudas, lo cuel le da su sonido característico. Cada rodillo solía tener 10 temas diferentes.
Los organilleros más conocidos fueron los Apruzzese, que en 1898 llegaron a Madrid desde Caserta, (Italia), instalando en esta ciudad la primera fábrica de estos instrumentos, donde también se podían alquilar para verbena y otras fiestas.
Tanto en el resto de Europa como en América Latina, el organillo forma parte del sonido popular de calles y plazas, la diferencia es que, mientras el organillo de Madrid es un instrumento de cuerda percutida (un sistema de martillos golpeas sobre cuerdas) los otros organillos son de viento, ambos accionados mecánicamente por una manivela
Por qué a los madrileños se les llama gatos
Una historia o una leyenda - pues no existen demasiadas pruebas sobre la certeza de la misma- dice:
Durante el S.XII Madrid, que se llamaba 'Mayrit', pues se encontraba bajo el dominio árabe. El rey Alfonso VI, que llamaban 'El Bravo', quería hacerse con la ciudad por su importancia geográfica, pero esta se encontraba rodeada por una gran muralla que la protegía, construida en tiempos de Muhammad I.
Pese a la dificultad de la tarea, un soldado del rey español se decidió a escalar dicha muralla para entrar a la ciudad, y lo hizo solo ayudado de una daga. Tal era su agilidad y rapidez al trepar por el muro, que muchos lo compararon con un gato y con los movimientos de este animal. El hombre llegó arriba del todo y fue cuando cambió la bandera árabe por la cristiana, dando paso al resto de las tropas para que pudieran recuperar Madrid.
Después de esta gesta, al soldado empezaron a nombrarle como 'gato' y tiempo después incluso cambió su apellido por este nombre de animal. Así, su descendencia también llevó este apodo, hasta el punto de que se empezó a llamar 'gato' a todo valiente nacido en Madrid, algo que se conserva hasta hoy, a excepción del requisito de ser valiente o realizar una hazaña.